Si usted, profesor/a, se encuentra visitando este sitio web es porque alguno de sus alumnos presenta alguna clase de retraso o anomalía en su desarrollo, bien sea en el área académica (bajo rendimiento o fracaso escolar), bien en el área social, con problemas de agresividad, retraimiento, exclusión social, u otros.
También es posible que haya llegado a esta página por simple curiosidad. En ambos casos la información que deseamos proporcionarle es la siguiente:
Muy probablemente usted conozca que, a diferencia de lo que ocurre con otras profesiones, en las que existe una gran similitud en los métodos de trabajo, enla Psicologíay enla Psicopedagogíahay una gran diversidad entre profesionales. Eso se explica debido a la gran cantidad de años en que estos estudios fueron ciencias no-experimentales, lo que facilitó que se desarrollaran teorías muy diversas que nunca se pusieron a prueba para confirmarlas como válidas o descartarlas por inviables.
Cada teoría dio lugar a diversos instrumentos de evaluación y diversos métodos de intervención, por lo que muchas familias quedaron desconcertadas al comprobar cómo entre los mismos tipos de profesionales existían tantas discrepancias y diferencias entre las explicaciones que daban a un mismo problema.
Lamentablemente, todavía no se ha creado un organismo independiente que pudiera velar por la buena práctica profesional, estableciendo criterios de calidad que los padres pudieran utilizar como referencia para tratar los problemas de sus hijos. La situación ha sido peor aún en la administración pública española, ya que, a diferencia de lo ocurrido en otros países, las pruebas de acceso a la función pública solamente han tenido en cuenta los resultados de los exámenes que en cada caso se proponían a los candidatos a ocupar un puesto de psicólogo o psicopedagogo. Estos procedimientos de selección llegaron a favorecer los años de antigüedad desde la finalización de sus estudios, lo que, lejos de mejorar la calidad de los profesionales, llevaba a la selección de los que se encontraban menos actualizados profesionalmente.
Así, nos encontramos que en la misma institución, trabajan conjuntamente profesionales de muy diferente «orientación teórica», lo cual implica que no comparten un mismo modo de analizar las situaciones y proponer soluciones y que, debido a la antigüedad de su formación, emplean instrumentos y métodos de trabajo anticuados y en gran medida obsoletos.
Ciertamente, esto no es lo que ocurre en todos los casos, dándose ocasiones en que la administración cuenta con profesionales de la máxima cualificación profesional, actualizados y usuarios de los mejores instrumentos y métodos de evaluación y tratamiento. Factores personales y sociales explican que la mayoría de los profesionales de la psicología y la psicopedagogía, tanto en el trabajo público como en el privado, se encuentren utilizando instrumentos de evaluación de muy baja calidad, anticuados y escasamente adecuados a la realidad sociocultural actual. En esto tiene cierta responsabilidad el criterio, ampliamente difundido, de que solamente tienen valor científico las cosas que vienen «de fuera», especialmente de los Estados Unidos de América. Sólo así se explica que en los trabajos de investigación que se publican en Revistas científicas y Congresos nacionales, el 90% de los instrumentos utilizados en las mismas sean de origen norteamericano y se ignore, cuando no se menosprecia, el trabajo riguroso que se lleva a cabo en el país por parte de excelentes profesionales, algunos de ellos miembros de la propia Universidad española.
Pese al acuerdo generalizado sobre las consideraciones anteriores, diversas razones explican que se sigan enseñando a las nuevas generaciones de profesionales test psicológicos de más de 30 años de antigüedad, que nunca fueron adaptados a la realidad española y que hoy en día no cumplen los mínimos criterios de calidad técnica.
Conocedores de esta realidad, los profesionales que integran el Grupo ALBOR-COHS, tomamos la decisión a principios de los años 90 de hacer lo posible para revertir esta situación. Bajo la denominación de la marca “Proyecto Magallanes”, creamos una División de Investigación con la finalidad de llevar a cabo proyectos de diseño y elaboración de instrumentos de evaluación de la máxima calidad técnica, adecuados a la realidad actual de la población castellano hablante (España y Latinoamérica), los cuales compartieran un mismo modelo teórico y que fueran el soporte de otros materiales de intervención.
Las Escalas Magallanes de Inteligencia (EMIN-6, CERVANTES), Atención (EMAV), Lectura y Escritura (TALE-2000), Adaptación (EMA) y otras más son el resultado de estos más de diez años de investigación rigurosa.
Desde el año 2008, integramos todos estos instrumentos en forma de un método de evaluación, denominado Protocolo Magallanes, que se encuentra a disposición de cuantos profesionales dela Psicología yla PsicoPedagogía deseen emplearlo.
Nos permitimos sugerirle que cuando requiera los servicios de Orientación para su Centro o Aula, comente, a quien corresponda, la utilidad de emplear alguno de estos Protocolos. Asimismo, en los casos en que su labor de tutoría requiera el asesoramiento a padres de alumnos/as, aconseje a éstos que cuando contraten los servicios de evaluación psicopedagógica para alguno de sus hijos, soliciten el empleo de estos Protocolos como máxima garantía de calidad. Alternativamente, pueden elegir acudir a alguno de los Gabinetes del Grupo ALBOR-COHS o bien a cualquiera de los CIT-TDAs, u otros centros asociados, con la seguridad de que recibirán una asistencia profesional cualificada y siempre con el empleo de estos Protocolos.
Agradecemos su atención.